lunes, 8 de junio de 2009

Más basura en la gestión Macri


Basura en la ciudad
En un informe oficial el gobierno porteño admitió que en 2008 se reciclaron menos residuos y aumentó la cantidad de basura enterrada. Así Macri ha asumido su desidia en la gestión de residuos sólidos urbanos. Marketing e improvisación definen al ministerio de Espacio Público.


29.05.2009 |


El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad remitió recientemente a la Legislatura porteña un informe oficial en el que detalló los resultados de la política de gestión de los residuos sólidos urbanos realizada por su gestión durante 2008.

Paradójicamente, el Informe del Ejecutivo, lejos de cumplir con el objetivo de dar cuenta del avance del "sistema integral de residuos" establecido por la Ley Nº 1854 de Basura Cero, confirma, a través de datos oficiales, el incumplimiento y la falta de implementación de la norma. Además, los datos compilados en el documento son confusos, contradictorios, algunos irrelevantes y muchos de ellos de fuente incierta.

Pero, lo peor del caso es que, los mismos datos oficiales confirman que, durante 2008, se estuvo muy lejos de cumplir las metas de reducción de la basura que se entierra en los rellenos sanitarios del conurbano bonaerense y se redujo la cantidad de residuos reciclados con respecto a 2007.

Greenpeace ha venido denunciando, desde la asunción del actual Gobierno, los reiterados intentos de vaciar el contenido de la Ley 1854 (Basura Cero), sancionada en 2005 con el objetivo de definir políticas progresivas de reducción de los enterramientos de basura y de promover la recuperación en origen y el reciclaje, de la mano de una política errática de gestión de residuos, inconsistente y a contramano de los modelos más modernos aplicados en otras ciudades del mundo.

En este sentido, el informe presentado a los legisladores por el ministro Juan Pablo Piccardo es una suerte de confesión de parte, a través del cual el Gobierno porteño ha asumido su propia desidia en la gestión de los residuos sólidos urbanos que se caracterizó durante 2008 por una alarmante improvisación y por estar orientada al marketing y la publicidad, sin objetivos claros y con dirección incierta.

Lo demuestra la publicitada “Ley de Envases” (en realidad la modificación de uno de los artículos del decreto reglamentario de la Ley 1854); la millonaria campaña publicitaria “Jugá Limpio”; la descabellada idea de crear una península ecológica; el anuncio de un plan piloto para producir energía a través de la incineración de residuos y la improvisada campaña de recolección de pilas y baterías en los CGP.

Según consta en el informe, durante 2008 se enterró un 12,07% más de toneladas de basura en los rellenos del conurbano bonaerense y se habría reciclado un 24% menos de residuos que en el año 2007.

Además, las cifras volcadas en el documento oficial acerca de la recuperación de escombros son dudosas y confusas y el ministerio no aclara dónde se enterraron durante 2008 las toneladas de escombros provenientes de la Ciudad.

En respuesta a este informe oficial, Greenpeace elaboró un documentó (disponible en Internet en: http://www.greenpeace.org/argentina/contaminaci-n/basta-de-basura/respuesta-informe-ley-1854-leg) en el que señala la contradicción de los datos oficiales que demuestran el aumento de basura enterrada, con las iniciativas propuestas por la administración porteña para la gestión de residuos, cuestiona la falta de campañas de comunicación y acusa a la gestión de Mauricio Macri de intencionalidad en el desguace del sistema de contenedores dobles, separación y recolección diferenciada de residuos.

Durante el año 2008 los contenedores diferenciados continuaron en la vía pública en diferentes barrios de la Ciudad, y el gobierno ha pagado a las empresas por el servicio de recolección diferenciada durante todo el año.

Aún con esta base, la administración Macri no hizo absolutamente nada para mejorar el funcionamiento de dicho sistema, lo que habla de desidia e irresponsabilidad de los funcionarios públicos.

No hubo durante 2008 ninguna campaña de separación domiciliaria de residuos, ni masiva ni barrial, por parte del gobierno. Todo esto no hace más que confirmar la intencionalidad del GCABA de abandonar y dejar caer el sistema de gestión establecido por la Ley 1.854 en 2007

Al respecto, Greenpeace sostiene que la supuesta ineficiencia, señalada por el gobierno porteño, del sistema formal de gestión de residuos establecido por la Ley de Basura Cero no ha sido evaluada en profundidad y con la seriedad del caso y solo le sirve al Ejecutivo como excusa para violar la Ley.

Esta situación es doblemente preocupante, ya que en la Ciudad rige la Ley 1.854 y como queda evidenciado en el documento del Ejecutivo porteño, no ha sido implementada durante el año 2008.

Como venimos denunciando desde inicios del año pasado, todo indica que la intención del gobierno de la Ciudad es modificar la Ley “Basura Cero” para habilitar el uso de tecnologías de incineración en detrimento de la recuperación y el reciclado, generando riesgos para la salud de los vecinos.

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